LOS COMIENZOS
Es posible que los comienzos de la práctica del fútbol en Constantina se diese mucho años antes de los que partimos como referencia. La existencia de las Minas del Cerro del Hierro y su explotación por parte de los ingleses a partir de finales del XIX puede que provocaran los primeros balbuceos del fútbol por parte de la colonia inglesa radicada en el poblado minero. La proximidad de la mina a las poblaciones cercanas de Constantina como de San Nicolás del Puerto, tan solo a unos diez kilómetros de distancia, pudiera que posibilitaran el contacto entre ambas culturas y, muy posiblemente, aquellos, buscaran en sus cercanías residenciales el aliciente de competir con grupos foráneos, ayudándose, de esta forma, en sus horas libres, a curar sus añoranzas procurando salir del tedio de su aislamiento serrano practicando juegos y pasatiempos de su tierra, entre ellos: el fut boal .
Sin embargo el handicap que siempre ha tenido Constantina para la consolidación del fútbol en la localidad, en todo tiempo y momento, y sobre todo en el inicio de este deporte, no era por ser un pueblo reacio a costumbres importadas, Constantina siempre ha sido un pueblo evolutivo e incorporado desde el primer momento a todas las corrientes importantes e innovadoras que puedieran llegarle de fuera; quizás la incorporación medianamente tardía en la practica del fútbol no fueran por ninguna causa ética ni costumbrista sino por el emplazamiento, la orografía de sus alrededores tan poco generosa en proporcionar terrenos llanos
El fútbol formal y organizado en Constantina nace en 1923 con la fundación del Constantina F.C gracias a los desvelos de un grupo de acomodados jóvenes aficionados entre los que hay que destacar nombres como Emilio Salvador, Victor Rojo, Aranda, Francisco Rodríguez entre otros. Es el primer equipo del que tenemos constancia que se organiza en la hoy llamada Sierra Norte de Sevilla y aledaños limítrofes de Extremadura.
En un terreno de huertas muy cercana al pilar el matadero, muy cercano o casi radicado en el mismo lugar que hoy ocupan instalaciones deportivas del Instituto San Fernando, se arrienda una parcela dedicada a huerta y a expensas del grupo es sufragado el acondicionamiento del terreno de juego y la carga mensual de su arrendamiento.
Un día no muy lejano a aquel de su fundación se inaugura el campo que toma como nombre el que toponímicamente se ha venido llamando desde antaño El Arzobispo; afortunadamente aun no había venido la moda, y tardaría años en consagrase, de usurpar el nombre de un lugar dado por generaciones para cambiarlo por el de algún gerifalte forrado de dinero y vanidad. El equipo local equipado con camiseta de grandes rayas negras sobre fondo blanco y calzón de este mismo color se enfrentó al Lora FC.
Uno de los problemas del fútbol de los años 20 y sobre todo de nuestra comarca era la nula existencia de equipos e incluso en la capital no habían proliferado en demasía. Con esta problemática se suceden partidos entre conjuntos de aficionados del pueblo alternándolos en ocasiones extraordinarias con equipos de fuera.
Los triunfos del Constantina F.C llegan noticiosos a los reducidos ámbitos de balompié de la provincia, culminando con la organización y disputa de una copa frente a la Unión Deportiva Sevillana. El héroe de aquel partido fue Jesús Baquero (Suso) marcando tres goles y destacando también su hermano Eduardo, Carlos Bartolomé, Emilio Salvador (capitán, presidente y alma del club), Américo, Nicomedes, Chivo, Aranda, Mitaillas, Victoriano, Galván y Víctor Manuel Rojo.
Las penurias económicas debido a que todo el gasto venia a recaer en los propios participantes y directivos del club, con escasísimos ingresos en taquilla, empiezan a minar la continuidad del proyecto no durando un año la vida de este club pionero, terminado con el cierre del campo por no poderse afrontar los pagos de arrendamiento del terreno que volvió a dedicarse a terreno de labor
Con estas perspectivas el último partido fue con el Primitiva Amistad de Sevilla. En este partido fue muy significativo, actuando como una premonición, el desinflado del balón durante el partido que tuvo que suspenderse durante unos minutos.
Es posible que los comienzos de la práctica del fútbol en Constantina se diese mucho años antes de los que partimos como referencia. La existencia de las Minas del Cerro del Hierro y su explotación por parte de los ingleses a partir de finales del XIX puede que provocaran los primeros balbuceos del fútbol por parte de la colonia inglesa radicada en el poblado minero. La proximidad de la mina a las poblaciones cercanas de Constantina como de San Nicolás del Puerto, tan solo a unos diez kilómetros de distancia, pudiera que posibilitaran el contacto entre ambas culturas y, muy posiblemente, aquellos, buscaran en sus cercanías residenciales el aliciente de competir con grupos foráneos, ayudándose, de esta forma, en sus horas libres, a curar sus añoranzas procurando salir del tedio de su aislamiento serrano practicando juegos y pasatiempos de su tierra, entre ellos: el fut boal .
Sin embargo el handicap que siempre ha tenido Constantina para la consolidación del fútbol en la localidad, en todo tiempo y momento, y sobre todo en el inicio de este deporte, no era por ser un pueblo reacio a costumbres importadas, Constantina siempre ha sido un pueblo evolutivo e incorporado desde el primer momento a todas las corrientes importantes e innovadoras que puedieran llegarle de fuera; quizás la incorporación medianamente tardía en la practica del fútbol no fueran por ninguna causa ética ni costumbrista sino por el emplazamiento, la orografía de sus alrededores tan poco generosa en proporcionar terrenos llanos
El fútbol formal y organizado en Constantina nace en 1923 con la fundación del Constantina F.C gracias a los desvelos de un grupo de acomodados jóvenes aficionados entre los que hay que destacar nombres como Emilio Salvador, Victor Rojo, Aranda, Francisco Rodríguez entre otros. Es el primer equipo del que tenemos constancia que se organiza en la hoy llamada Sierra Norte de Sevilla y aledaños limítrofes de Extremadura.
En un terreno de huertas muy cercana al pilar el matadero, muy cercano o casi radicado en el mismo lugar que hoy ocupan instalaciones deportivas del Instituto San Fernando, se arrienda una parcela dedicada a huerta y a expensas del grupo es sufragado el acondicionamiento del terreno de juego y la carga mensual de su arrendamiento.
Un día no muy lejano a aquel de su fundación se inaugura el campo que toma como nombre el que toponímicamente se ha venido llamando desde antaño El Arzobispo; afortunadamente aun no había venido la moda, y tardaría años en consagrase, de usurpar el nombre de un lugar dado por generaciones para cambiarlo por el de algún gerifalte forrado de dinero y vanidad. El equipo local equipado con camiseta de grandes rayas negras sobre fondo blanco y calzón de este mismo color se enfrentó al Lora FC.
Uno de los problemas del fútbol de los años 20 y sobre todo de nuestra comarca era la nula existencia de equipos e incluso en la capital no habían proliferado en demasía. Con esta problemática se suceden partidos entre conjuntos de aficionados del pueblo alternándolos en ocasiones extraordinarias con equipos de fuera.
Los triunfos del Constantina F.C llegan noticiosos a los reducidos ámbitos de balompié de la provincia, culminando con la organización y disputa de una copa frente a la Unión Deportiva Sevillana. El héroe de aquel partido fue Jesús Baquero (Suso) marcando tres goles y destacando también su hermano Eduardo, Carlos Bartolomé, Emilio Salvador (capitán, presidente y alma del club), Américo, Nicomedes, Chivo, Aranda, Mitaillas, Victoriano, Galván y Víctor Manuel Rojo.
Las penurias económicas debido a que todo el gasto venia a recaer en los propios participantes y directivos del club, con escasísimos ingresos en taquilla, empiezan a minar la continuidad del proyecto no durando un año la vida de este club pionero, terminado con el cierre del campo por no poderse afrontar los pagos de arrendamiento del terreno que volvió a dedicarse a terreno de labor
Con estas perspectivas el último partido fue con el Primitiva Amistad de Sevilla. En este partido fue muy significativo, actuando como una premonición, el desinflado del balón durante el partido que tuvo que suspenderse durante unos minutos.
LA CULTURAL
Hasta 1929 no volvió el fútbol organizado a Constantina jugándose partidos entre equipos de la localidad con diferentes nombres. Se visita Lora y Carmona para contender con sus respectivos equipos y por feria estos devuelven la visita no constandonos en el lugar o sitio donde se debieron celebran los encuentros.
En enero de 1930 se funda el Constantina Deportivo y Cultural que popular y cariñosamente adquiere el calificativo de La Cultural. Su presidente fue Antonio Ruiz Medrano y el campo, pequeño pero ubicado en el mismo casco urbano, esta enclavado en lo que hoy ocupan las instalaciones de los Almacenes Rodríguez. Atendiendo también a su toponimia se denomina Campo de la Mangueta y su desarrollo de vida persiste hasta enero de 1932. Los colores en su equipamiento fueron camisolín rojo y calzón negro.
Entre los equipos que nos visitaron destacaron el Regina, Calavera, Gimnástico de Triana, Castilla, Estrella de la Calzada, Deportivo Ángelus, Sevilla FC (amateur), todos de Sevilla, así como el Ecija, Puebla de Cazalla, Minas de la Reunión y Marchena pertenecientes a la provincia.
Por aquellos entonces ya no estaba solo el Constantina F.C como equipo de la comarca, compartiendo con el Cazalla Balompié aficiones balompédicas y enfrentándose en las ocasiones que reseñamos con los siguientes resultados:
• 6- Abril 1930......... Constantina 4 Cazalla 2
• 13- Abril 1930....... Cazalla 1 Constantina 1
• 16- Novbre 1930.... Constantina 3 Cazalla 1
• 30- Novbre 1930... Cazalla 1 Constantina 1
• 18- Agosto 1931..... Constantina 1 Cazalla 0
Del equipo Constantina Deportivo y Cultural llegaron alguno de sus jugadores a la categoría Nacional: Juanito, Cartaza, Alberto y el portero Ladrón de Guevara.
Hasta 1929 no volvió el fútbol organizado a Constantina jugándose partidos entre equipos de la localidad con diferentes nombres. Se visita Lora y Carmona para contender con sus respectivos equipos y por feria estos devuelven la visita no constandonos en el lugar o sitio donde se debieron celebran los encuentros.
En enero de 1930 se funda el Constantina Deportivo y Cultural que popular y cariñosamente adquiere el calificativo de La Cultural. Su presidente fue Antonio Ruiz Medrano y el campo, pequeño pero ubicado en el mismo casco urbano, esta enclavado en lo que hoy ocupan las instalaciones de los Almacenes Rodríguez. Atendiendo también a su toponimia se denomina Campo de la Mangueta y su desarrollo de vida persiste hasta enero de 1932. Los colores en su equipamiento fueron camisolín rojo y calzón negro.
Entre los equipos que nos visitaron destacaron el Regina, Calavera, Gimnástico de Triana, Castilla, Estrella de la Calzada, Deportivo Ángelus, Sevilla FC (amateur), todos de Sevilla, así como el Ecija, Puebla de Cazalla, Minas de la Reunión y Marchena pertenecientes a la provincia.
Por aquellos entonces ya no estaba solo el Constantina F.C como equipo de la comarca, compartiendo con el Cazalla Balompié aficiones balompédicas y enfrentándose en las ocasiones que reseñamos con los siguientes resultados:
• 6- Abril 1930......... Constantina 4 Cazalla 2
• 13- Abril 1930....... Cazalla 1 Constantina 1
• 16- Novbre 1930.... Constantina 3 Cazalla 1
• 30- Novbre 1930... Cazalla 1 Constantina 1
• 18- Agosto 1931..... Constantina 1 Cazalla 0
Del equipo Constantina Deportivo y Cultural llegaron alguno de sus jugadores a la categoría Nacional: Juanito, Cartaza, Alberto y el portero Ladrón de Guevara.
EL FUTBOL DE MI NIÑEZ
Puede decirse con toda seguridad que, en Constantina, despues de la desaparición de el equipo Constantina Deportiva y Cultural en el año 1932, el fútbol espectáculo formal, reglado, reglamentado o como queramos distinguirlo para diferenciarlo del callejero, brilló por su ausencia. Casi todo el tiempo de la II Republica, franquismo de guerra y los diez primeros años del franquismo "victorioso" la abstinencia futbolera se repartia escasa, en este caso nula, como el racionamiento de alimentos impuesto por el Régimen.
Puede decirse con toda seguridad que, en Constantina, despues de la desaparición de el equipo Constantina Deportiva y Cultural en el año 1932, el fútbol espectáculo formal, reglado, reglamentado o como queramos distinguirlo para diferenciarlo del callejero, brilló por su ausencia. Casi todo el tiempo de la II Republica, franquismo de guerra y los diez primeros años del franquismo "victorioso" la abstinencia futbolera se repartia escasa, en este caso nula, como el racionamiento de alimentos impuesto por el Régimen.
Después tendrían que pasar más de diecisiete años, toda una eternidad en la mentalidad de una generación de chavales, para que en 1949 se inaugurara el Campo Municipal de los Pinos. En el ínterin muchos partidos callejeros en los pocos espacios que había en cada barrio, con pelotas de trapos o papel de periódico confeccionadas por la propia chiquillería y, raras veces, con alguna pelota de goma que algún agraciado había recibido de la generosidad de sus padres por Reyes o Feria; solo contábamos con la ventaja, en relación con los tiempos actuales, de no contar en el ardor de la contienda con el peligro de los coches que pocos había y menos circulaban.
Cuando el fútbol, sin pasar de informal, se hacia mas serio era el compuesto por los mayores, muchachos en plena juventud, desarrollándose la mayoría de las contiendas en el llano de San Francisco que, aunque con una superficie dura de piedra y mortero, daba sus resultados de espacio. Pero, antes, muy vagamente, recuerdo de muy niño, allá por los años 1939 o 40, antes de construirse los chalet y las "casas baratas", haber visto jugar en un llano con algo de pendiente entre la Carretera de Lora, Cuartel de la Guardia Civil y la actual calle Gertrudis Gómez de Avellaneda. Allí se jugaba al futbol en las tardes jugosas de sol de los domingos de invierno cuando todo el mocerio acostumbraba a salir al campo de cercanias y recalar en la Cuesta Blanca.
Alguna vez, muy de tarde en tarde, en el colegio Virgen del Robledo, su maestro y propietario, el inolvidable D. Francisco Navarro García, organizaba alguna excursión campestre y allá íbamos con las dos porterías a cuestas (cuatro palos y dos cuerdas como larguero) camino de El Rebollar ocupando la parte en la que hoy están las viviendas de los peones camineros. En aquel mismo lugar se organizo algún que otro partido con los muchachos mayores de aquella época (los hermanos Lora, Granizo, Quirós, Antonio Álvarez, etc.) representando a un equipo denominado Mundial C.F.
El fútbol de altos vuelos, el de las competiciones de 1ª, 2ª y 3ª División, según en la que jugaran los nuestros, ocupaba nuestras preferencias de domingo soñando en que los resultados nos fuesen favorables. Nada de retransmisiones radiofónicas, ni carruseles, ni marcadores deportivos, que, todavía, por las deficientes comunicaciones y prohibiciones de censuras aun no se habían podido poner en practica; las noticias con los guarismos escuetos de los resultados llegaban muy tardías, al filo de las nueve de la noche en pleno invierno, fijándose, principalmente, en grandes pizarrones en la repostería del Casino de Labradores o, mas tardíamente, al día siguiente, en la Hoja del lunes (único periódico que se editaba ese día por la Asociación de la prensa para respetar el descanso dominical de los periodistas) y del que vertíamos los resultados al calendario deportivo..
No se concebía, entonces, que nadie fuese de un equipo de fuera de la provincia; se era, bien del Sevilla, muy favorecido por el nuevo régimen, proclamado campeón de liga en la temporada 1944-45 que en el último partido lograba empatar en el Campo de las Corts con el F.C.Barcelona -equipo muy poco favorecido por aquel régimen- y que, en aquel partido, vio frustradas sus aspiraciones de conseguir la victoria y con ella la consecución del titulo de liga en su propio feudo que de manera frustrante se llevaban los sevillistas; o del Betis, perseguido, arruinado y denostado por estos mismo gobernantes, por el tufillo izquierdoso que le atribuían a muchos de los jugadores que en el año 1934-35, en plena República, habían conseguido alzarse con el título liguero y, ahora, tenia que subsistir paseando yuntas de mulos por los pueblos para rifarlos o teniendo que soportar la supresión de la línea de tranvías a Heliópolis en la tarde de los domingos.
EL CAMPO MUNICIPAL DE LOS PINOS
Por fin, sobre el mes de septiembre de 1948, la afición futbolística de Constantina empieza a vislumbrar las posibilidades de tener un campo de fútbol. Sería sobre el mes de Septiembre, mes arriba o mes abajo, en terrenos adquiridos por el Ayuntamiento y aprovechando ayudas estatales a cambio de jornales destinadas a paliar la penosa situación que en el sector agrario atravesaba el mundo jornalero. Con esta premisa se inician trabajos de adaptación y replanteamiento, eminentemente primarios con el fin de estirar jornadas, en unos terrenos de huerta contiguos al margen izquierdo de la carretera de Constantina a El Pedroso km 1, levemente declinados hacia el suroeste y delimitado por esta carretera, camino al molino El Martinete y Pedrechal discurrente por la ladera baja del cerro del Músico y cerrando por el lado próximo al cauce del río Allende y Molino del corcho.
Y así, en aquella parcela se fue rebajando de los lados río y carretera a golpe de pico, y rellanando con la tierra extraída toda la parte limítrofe al camino, utilizando como base herramental la pala, la espuerta y los carrillos de mano impulsado por pulsos, empujes y riñones jornaleros. Primero estacas y montones con la tierra que se extraía fueron marcando un nivel aproximado del ras necesario; después continuar extrayendo tierra y seguir rellenando espacios entre los ordenados e igualados montones, apisonado constante hasta llegar a un estado llano.
El terreno de juego quedaba dimensionado con unas medidas reglamentarias excelentemente modélicas para la práctica, algún día no muy lejano, del fútbol de competición. El lateral lado carretera (Nordeste) se destinaba a localidades de general o fondo con un escalón de desnivel o barraquilla sobre el terreno de juego de medio metro aproximadamente con bastante espacio disponible, irregular entre el terrero de juego y la pared de cercado, con puerta de entrada frente al centro del campo, mas ancho en el lado del camino (gol sureste) e impensable de llenar; la preferencia, una franja de terreno perfectamente rectangular, con unas dimensiones de fondo de unos diez metros, daba espacio suficiente, entre la valla del terreno de juego y la pared de cercado para tres filas de asientos y el pasillo de acceso. El gol sureste muy pegado a la cerca limítrofe con el camino daba muy poco espacio y menos querencias para estar en él, mientras el gol noroeste por su gran espacio disponible albergaba los vestuarios de los equipos contendientes y arbitral, puerta de entrada a la preferencia y marcador.
Ilusionados en acercar lo mas posible el campo de deporte a la ciudad se trazó un nuevo camino que partiendo del margen derecho de la carretera se encaramaba cuesta arriba por la ladera trasera de Los Pinos y culminaba en las Casas baratas tras bordear en alto el llano del Arzobispo (¡ese si que hubiese sido un lugar excelente!.
Con ello las instalaciones deportivas y sus accesos del que sería Campo Municipal de los Pinos quedaban completadas ya entrado el año 1949.
Por fin, sobre el mes de septiembre de 1948, la afición futbolística de Constantina empieza a vislumbrar las posibilidades de tener un campo de fútbol. Sería sobre el mes de Septiembre, mes arriba o mes abajo, en terrenos adquiridos por el Ayuntamiento y aprovechando ayudas estatales a cambio de jornales destinadas a paliar la penosa situación que en el sector agrario atravesaba el mundo jornalero. Con esta premisa se inician trabajos de adaptación y replanteamiento, eminentemente primarios con el fin de estirar jornadas, en unos terrenos de huerta contiguos al margen izquierdo de la carretera de Constantina a El Pedroso km 1, levemente declinados hacia el suroeste y delimitado por esta carretera, camino al molino El Martinete y Pedrechal discurrente por la ladera baja del cerro del Músico y cerrando por el lado próximo al cauce del río Allende y Molino del corcho.
Y así, en aquella parcela se fue rebajando de los lados río y carretera a golpe de pico, y rellanando con la tierra extraída toda la parte limítrofe al camino, utilizando como base herramental la pala, la espuerta y los carrillos de mano impulsado por pulsos, empujes y riñones jornaleros. Primero estacas y montones con la tierra que se extraía fueron marcando un nivel aproximado del ras necesario; después continuar extrayendo tierra y seguir rellenando espacios entre los ordenados e igualados montones, apisonado constante hasta llegar a un estado llano.
El terreno de juego quedaba dimensionado con unas medidas reglamentarias excelentemente modélicas para la práctica, algún día no muy lejano, del fútbol de competición. El lateral lado carretera (Nordeste) se destinaba a localidades de general o fondo con un escalón de desnivel o barraquilla sobre el terreno de juego de medio metro aproximadamente con bastante espacio disponible, irregular entre el terrero de juego y la pared de cercado, con puerta de entrada frente al centro del campo, mas ancho en el lado del camino (gol sureste) e impensable de llenar; la preferencia, una franja de terreno perfectamente rectangular, con unas dimensiones de fondo de unos diez metros, daba espacio suficiente, entre la valla del terreno de juego y la pared de cercado para tres filas de asientos y el pasillo de acceso. El gol sureste muy pegado a la cerca limítrofe con el camino daba muy poco espacio y menos querencias para estar en él, mientras el gol noroeste por su gran espacio disponible albergaba los vestuarios de los equipos contendientes y arbitral, puerta de entrada a la preferencia y marcador.
Ilusionados en acercar lo mas posible el campo de deporte a la ciudad se trazó un nuevo camino que partiendo del margen derecho de la carretera se encaramaba cuesta arriba por la ladera trasera de Los Pinos y culminaba en las Casas baratas tras bordear en alto el llano del Arzobispo (¡ese si que hubiese sido un lugar excelente!.
Con ello las instalaciones deportivas y sus accesos del que sería Campo Municipal de los Pinos quedaban completadas ya entrado el año 1949.
CONSTANTINA C.F
El 12 de Diciembre 1948 se funda el Constantina CF recayendo la presidencia en Manuel Lemos Lora sucedido mas tarde por José Melendo Campos. Figuraron en esta primera directiva, entre otros, los hermanos Serrano (Antonio y Geromo) y Carlos Corral Torres, excelente barman y mejor bético, que puso a disposición para las dependencias del club la planta alta de su bar. Curiosamente el bar tomo desde aquel momento la denominación popular de Bar el Club y desde entonces y hasta la fecha, a pesar de los años transcurridos y cese de la actividad aun se le sigue llamando a aquella esquina como la del club.
Al no estar aun terminado el campo de fútbol, el Constantina realiza tres partidos fuera. El primero lo disputa el 6 de febrero de 1949 frente al Minas de la Reunión que pierde por 5-0. El segundo el domingo siguiente en La Campana que pierde por 3-0 y el tercero, al siguiente domingo, 20 de febrero frente al Celti en la Puebla de los Infantes que es el primero que gana, y a domicilio, por el tanteo de 0-3.
Los colores que se escogen con representativos del equipo son como los colores de la selección nacional: Camiseta roja y pantalón azul.
El 12 de Diciembre 1948 se funda el Constantina CF recayendo la presidencia en Manuel Lemos Lora sucedido mas tarde por José Melendo Campos. Figuraron en esta primera directiva, entre otros, los hermanos Serrano (Antonio y Geromo) y Carlos Corral Torres, excelente barman y mejor bético, que puso a disposición para las dependencias del club la planta alta de su bar. Curiosamente el bar tomo desde aquel momento la denominación popular de Bar el Club y desde entonces y hasta la fecha, a pesar de los años transcurridos y cese de la actividad aun se le sigue llamando a aquella esquina como la del club.
Al no estar aun terminado el campo de fútbol, el Constantina realiza tres partidos fuera. El primero lo disputa el 6 de febrero de 1949 frente al Minas de la Reunión que pierde por 5-0. El segundo el domingo siguiente en La Campana que pierde por 3-0 y el tercero, al siguiente domingo, 20 de febrero frente al Celti en la Puebla de los Infantes que es el primero que gana, y a domicilio, por el tanteo de 0-3.
Los colores que se escogen con representativos del equipo son como los colores de la selección nacional: Camiseta roja y pantalón azul.
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